“EMPECÉ A CANTAR POR MI ABUELA”
Se emborrachó por primera vez a los tres años, ha tocado fiestas de pueblos y cocina unas galletas caseras con chocolate espectaculares. Pero mucho ha cambiado la vida de María Villalón, malagueña de 20 años, desde que en 2007 ganó junto a su violonchelo la primera edición del concurso ‘Factor X’. Ahora vive en Madrid, donde estudia dos carreras, Filología Hispánica y Filología Italiana, y acaba de publicar su segundo disco ‘Los tejados donde fuimos más que amigos’.
¿Cómo le dio tan pronto por la cerveza y el vino?
Tiene su explicación. A los tres años me eché al bebercio porque mis padres tenían una taberna y yo, a escondidas, apuraba los vasos de vino y de cerveza que se dejaban los clientes. Me cogía unos pedos… Estaba todo el día borracha.
Empezaste bastante fuerte…
Ahora llevo una vida sana, pero recuerdo que cuando mis padres descubrieron lo que hacía nunca más pisé el bar. Me llevaron a casa de mi abuela, donde empecé a cantar. Ella me sacaba de paseo en el carrito y yo le cantaba a sus amigas. Empecé a cantar por ella.
¿De dónde has sacado el título del disco?
Me pareció una imagen muy gráfica. Todo el mundo recrea la suya en su cabeza cuando oye la frase. Es algo bonito que ocurre en el tejado de casa.
¿Basado en hechos reales?
Dejémoslo en recuerdos.
¿Qué otras cosas se te dan bien además de cantar?
Cocinar. Me salen unas galletas caseras rellenas de chocolate blanco que están para chuparse los dedos.
¿Qué tal te recibían en pueblos cuando cantabas en fiestas?
En algunos se acercaban después del concierto para felicitarme. En otros decían de todo… Cosas buenas y malas.
Vendiste tu primera maqueta de puerta en puerta ¿no?
Sí, y llegué a vender 1000 maquetas, que no está nada mal. Unos la compraban, otros me mandaban directamente a la mierda.
Lino Portela.
MARÍA VILLALÓN
Los tejados donde fuimos más que amigos.
Un paso hacia delante.
Pocas veces en el panorama musical aparece una voz capaz de transmitir un espectro de emociones tan amplio como la de María Villalón. Tras coquetear con el bolero, el fado y el folclore tradicional en su álbum debut, la malagueña reaparece, tres años después de ganar la primera edición del programa ‘Factor X’, con una nueva entrega más pop, pero sin perder ni un ápice de magia. Once cortes para un álbum que mantiene el tipo desde el principio hasta el final, donde la artista se atreve hasta con la copla (“Nueve soles”). Un trabajo redondo que termina, para deleite sus fans, con la revisión del clásico ‘Gli ostaculi del cuore’, de la Italiana Elisa.
Uani García
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